Moverse por Europa es un tema que siempre genera debate entre quienes amamos viajar.
¿Es mejor tomar un avión, un tren, un bus o alquilar un auto? La respuesta no es tan sencilla porque, como siempre, depende de tus necesidades, del viaje que querés hacer, y de tu presupuesto.
Así que acá te cuento las ventajas y desventajas de cada opción para que puedas tomar una decisión informada y elegir lo que mejor se adapta a tu próxima aventura por Europa.
Cómo moverse mejor en Europa:
VUELOS Low Cost: ¿Realmente son tan económicos?
Europa está llena de aerolíneas low cost como Ryanair, EasyJet o Vueling, que ofrecen precios súper atractivos para volar entre ciudades europeas. ¿Lo bueno? Que podés encontrar vuelos realmente baratos si los reservás con tiempo. Ideal si tenés flexibilidad en fechas y no te importa sacrificar algunas comodidades.
Pero ojo, porque estos vuelos suelen salir de aeropuertos más alejados o con menos conexiones desde el centro de la ciudad. Por ejemplo, en ciudades como Londres o París, las aerolíneas low cost no operan desde los aeropuertos principales, lo que puede implicar gastar tiempo y dinero extra en transporte. Además, esos precios tentadores rara vez incluyen equipaje facturado, así que si pensás llevar algo más que una mochila, te conviene sumar esos costos desde el principio (entre nosotros: te van a querer cobrar hasta por el aire que respirás). Además, tenés que tener en cuenta que sumado al tiempo que te lleva llegar hasta ahí, están los tiempos de despacho de equipaje, si es tu caso, de pasar el control de seguridad, estar en la puerta, etc... Se te suman siempre unas horas :)
Si querés comparar opciones y encontrar el vuelo más conveniente, te recomiendo que uses Trip (haciendo click acá) para buscar vuelos y asegurarte de no pagar de más.
Viajar en Tren: Comodidad, pero Con Detalles
Viajar en tren en Europa es una experiencia relajada y pintoresca, pero hay algunas cosas que deberías considerar. Si bien los trenes rápidos son súper convenientes para viajar entre ciudades, como los TGV en Francia o los ICE en Alemania, no es que vas a disfrutar mucho del paisaje, ya que la velocidad hace que muchas veces no se vea demasiado para afuera.
Si pensás viajar de noche para ahorrar en alojamiento, asegurate de no tener que hacer muchas conexiones. En la noche, las conexiones pueden ser más largas, y las estaciones suelen ser frías y con pocas opciones de cafés o restaurantes abiertos. También puede ser incómodo si tenés que esperar mucho tiempo en estaciones que no están bien acondicionadas para pasar la noche.
Para revisar horarios y precios de trenes, te recomiendo usar Omio (haciendo click acá), una plataforma que te permite comparar opciones de trenes y buses en toda Europa.
Buses: Económicos, pero Largos
El bus sigue siendo una opción económica para moverse por Europa, sobre todo si tenés tiempo de sobra. Empresas como FlixBus ofrecen precios súper competitivos, y podés encontrar tickets baratos si reservás con tiempo. Además, muchos buses tienen WiFi gratis a bordo, lo que te permite trabajar o entretenerte durante el viaje.
La desventaja? Los trayectos suelen ser largos y, aunque cada vez más buses son cómodos, no es lo mismo que viajar en tren o avión, sobre todo en distancias largas. Si tenés flexibilidad y querés ahorrar, es una excelente opción. Pero si el tiempo es crucial, el bus tal vez no sea la mejor alternativa.
Otra vez, Omio es tu aliado para encontrar el mejor bus que se ajuste a tu ruta y tu bolsillo.
Alquilar un Auto: Libertad Total, Pero con Cuidado
Antes de vivir en Europa, vinimos varias veces de vacaciones, y alquilar un auto se convirtió en una de nuestras formas favoritas de explorar. La libertad que te da poder parar donde quieras y descubrir rincones que no están en las guías es incomparable. Lo he hecho en varios países, y si bien el costo del alquiler y la gasolina puede ser elevado, dependiendo del lugar, en algunos casos, es la mejor manera de disfrutar de paisajes y pequeños pueblos.
Sin embargo, hay algunas cosas que deberías tener en cuenta: el estacionamiento en las ciudades suele ser complicado y caro, y en muchos países también tenés que pagar peajes en las autopistas. En países como Suiza o Austria, usan un sistema de vignette, que es una especie de calcomanía que tenés que comprar para usar las autopistas, así que no te olvides de verificar eso antes de viajar.
Claro que no es lo mismo si viajás solo/a, a si son varios, ya que si los costos pueden dividirse entre más personas, siempre va a ser más rentable.
Por si te perdiste la entrada de cómo viajamos 7.000 km por Europa 5 personas y 9 maletas (una sobre las piernas) con un auto alquilado, te la dejo acá:
Otro punto a considerar son los seguros y las garantías que suelen pedir las empresas de alquiler de autos, que pueden aumentar el costo final del alquiler. La libreta internacional de conducir no es imprescindible, pero puede ayudarte si te paran en algunos países, así que es una buena opción si querés estar más tranqui.
Si querés encontrar las mejores opciones de alquiler de autos, te recomiendo usar Skyscanner (haciendo click acá), que a mi entender tiene los mejores precios, y donde podés comparar distintas ofertas según tus necesidades.
Estar Conectado: Fundamental en Europa
Si decidís viajar por tierra o por aire, una cosa es segura: tener internet es esencial. Tanto si vas a manejar, como si necesitás verificar si tu vuelo o tren está retrasado, tener internet disponible te va a ahorrar muchos dolores de cabeza. Para esto, te recomiendo usar Airalo, una opción súper práctica que te permite tener internet en toda Europa sin gastar una fortuna en roaming.
¿Cuál Es la Mejor Opción?
Como ves, cada forma de moverse por Europa tiene sus pros y contras. Si valorás el tiempo, el avión o los trenes rápidos pueden ser la mejor opción. Si buscás una experiencia más libre y querés ir a tu ritmo, un auto de alquiler es ideal. Para viajes largos pero económicos, el bus es la opción ganadora.
Lo más importante es que elijas la opción que mejor se adapte a tus necesidades y expectativas. No hay una respuesta correcta, sino la que funcione mejor para vos y para tu tipo de viaje. Lo bueno es que ahora tenés toda la info que necesitás para tomar la decisión más consciente posible. ¡Buen viaje!
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