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Mi semana en la gran manzana: qué hicimos en new york en 5 días

Hola! Acá vengo con una entrada de blog que les debía a algunas personas… Lo cierto es que cuando me pidieron piques no supe cómo organizar la info, y luego lo abandoné. Pero hace unos días una amiga me pidió info sobre una experiencia que hicimos en New York, y me empecé a colgar viendo las fotos y videos del viaje, así que ese fue el impulso que necesitaba para dedicarle una entrada en este blog a uno de los viajes más lindos que hicimos el año pasado. New York fue un viaje medio que sin querer queriendo. Para quienes han leído las primeras entradas de este blog, compramos esos pasajes porque yo tenía un voucher con una aerolínea estadounidense desde 2020. Si no las leíste te dejo la anécdota acá


La cosa es que este viaje fue un sueño cumplido. Es cierto que nunca lo habíamos priorizado, pero después de haber decidido ir, teníamos miles de puntos imperdibles y cosas que queríamos ver sí o sí, la mayoría relacionadas a películas, obvio. La realidad es que lo sentía como el Disney de la adultez, poder ver tantos lugares icónicos de mis pelis y series favoritas, así que allá fuimos, e intentamos ver la mayor cantidad posible. Puedo spoilear que es cierto que es la ciudad que nunca duerme.



Acá te voy a dejar nuestro recorrido por New York en 5 días completos (bueno, y el último y sexto que solo fue un poco más de medio día) con un disclaimer, por si todavía no nos conocés. Nosotros generalmente no somos gente de museos. No nos llaman tanto, así que, como verás, no tenemos ninguno incluido en el itinerario. Te recomiendo ir a alguno? Si te gustan sí, obvio! Nosotros nos los salteamos, un poco por falta de tiempo y ganas, y un poco, como siempre, para tener excusas para volver a ir.


Empiezo recomendando el hotel donde nos quedamos, que fue el Moxy Times Square, podés reservarlo haciendo click acá.

Era una ubicación espectacular (el motivo principal por el que lo elegimos) mucha buena onda, había snacks libres en el hall, la habitación re chiquita pero genial, y al lado había una panadería para desayunar que era muy deli. Pro tip: en los meses de temporada baja es más barato. Nos movimos en Uber desde y hacia el aeropuerto, aunque no fuimos corriendo a detener a alguien que se iba, ni nos subimos a un taxi amarillo en un día de lluvia, así que punto negativo para mi mente de película. El resto fue caminando, y creo que de verdad nunca había caminado tanto en toda mi vida.


Acá voy con nuestro itinerario, que espero que te sirva, o que puedas sacar alguna idea para armar el tuyo:


Día 1: llegamos, nos instalamos en el hotel y salimos a pasear por el barrio. Fuimos hasta la biblioteca pública, aunque esa vez no entramos. Recorrimos la Quinta Avenida hasta la Catedral de St Patrick, y cruzamos al Rockefeller Center, donde vimos a la gente patinar sobre hielo, y subimos al Top of the Rock para poder ver uno de los atardeceres más lindos. Haciendo click acá podés comprar las entradas. Como muchos saben, generalmente somos más fan de la naturaleza que de la ciudad, pero las vistas desde ahí arriba eran espectaculares. Bajamos y caminamos por los Channel Gardens, fuimos hasta el Radio City Hall donde yo pensaba en Mi pobre angelito, y Jona en muchos comediantes que han hecho stand-ups ahí. Cenamos al paso en Chick fil-A que es sin dudas mi cadena de comida rápida favorita (y una buena manera de no gastar tanto en NY), y a la vuelta caminamos por el Times Square que estaba de paso.


Día 2: arrancamos el día desayunando en el hotel, y poco sabía que iba a ser el día que más caminara en la historia jaja… de ahí empezamos nuestro recorrido hacia la zona sur de Manhattan, pasamos por el Empire State y el Flatiron, y llegamos a la esquina de la serie Friends (nuestra favorita, aunque Jona diga que le gusta más the office). Sacamos un par de fotos, y seguimos camino hacia Chinatown. Ahí recorrimos un poco, y comimos en Little Italy, y seguimos caminando hasta el puente de Brooklyn. Ahí estuvimos un buen rato, y nos imaginamos tantas escenas de autos persiguiéndose, y gente bajándose en la mitad y trepándose por el puente. A la vuelta fuimos al Distrito financiero y recorrimos varias de sus calles. También fuimos al memorial de la caída de las torres gemelas, y fue muy impresionante ver el espacio y todos los nombres escritos. Pegamos la vuelta al hotel, pero no terminamos ahí el día. Salimos enseguida para la Friend’s experience, y antes merendamos en el Milk Bar porque habíamos visto algún programa de competencia de cocina donde una jueza era la fundadora. La friend’s experience sin dudas fue una de las mejores actividades que hicimos en New York, si te gusta Friends no te la podés perder para nada, está muy bien hecha con todos los escenarios de las habitaciones de Friends, muchas de las cosas son las originales de la serie. Vas recorriendo, escuchando escenas, y hay puntos donde te sacan fotos y luego te las envían. Podés comprar las entradas acá.

Terminamos el día yendo en la noche a la Kips bay y viendo las luces reflejarse en el río, un espectáculo.


Día 3: estábamos agotados, el día anterior habíamos caminado exageradamente mucho, pero no queríamos perdernos de nada, así que fuimos de nuevo a Times Square, y luego hacia Central Park. “Un día tranqui” dijimos, pero creo que no nos imaginábamos lo grande que sería el parque. Por algún motivo queríamos ver sí o sí la fuente de Bethesda, creo que un poco porque era el nombre del Colegio al que fuimos (y donde nos conocimos), y un poco por haberlo visto también en tantas pelis. Cuando después vi Manifest y Thomas y Leo se tenían que encontrar ahí solo pensaba en que sabía de qué se trataba. Después de eso fuimos hasta el mosaico conmemorativo dedicado a John Lennon, y ahí el recuerdo no fue de peli, sino de una teacher de inglés que tuve en el colegio, que por algún motivo para enseñarnos los verbos nos enseñó esta frase que recuerdo hasta el día de hoy “Mark Chapman shot John Lennon in 1980”.

Desde ahí caminamos al Hotel Plaza, en el que de adolescente soñé casarme solo porque parecía que era EL lugar. Y de ahí fuimos a la estación central, donde pensé en la peli premonición 2:22 (recomiendo si no la viste y no sos fácilmente traumable), y a la noche de nuevo a Times Square, porque había que aprovechar tener ese ícono tan cerca.


Día 4: ese día cumplí otro de mis sueños, ir al Tabernáculo de Brooklyn. De niña había visto al coro de esta iglesia evangélica (que ganaron un grammy por mejor interpretación gospel) en Uruguay, y me había prometido verlos algún día in situ. Fuimos en uber desde Manhattan hasta Brooklyn, y ese día amaneció nevando, así que un planazo de domingo de invierno. Lloré desde que empezó hasta que terminó, fue alucinante. El resto de la tarde lo pasamos tranquis en Brooklyn, hicimos compras, y volvimos al hotel para ver el Super Bowl desde la habitación comiendo snacks, todo muy gringo. Estábamos agotados.


Día 5: Ese día era San Valentín :) Y estaba todo nevado pero había sol, así que nos fuimos en la mañana de nuevo hacia Central Park, comimos en la vuelta, y a la tarde hicimos un bote por el río pasando también por la Estatua de la Libertad (que es mucho más chica de lo que me imaginaba) y vimos el atardecer desde ahí. Este es el tour que hicimos.


Día 6 (y último): queríamos ir con tiempo al aeropuerto, así que después de desayunar nos fuimos al Parque Bryant, entramos a la Biblioteca pública y la recorrimos, comimos una vez más Chick fil-A, compramos algunas cosas más, y pegamos la vuelta al aeropuerto.


Sin dudas que nos tocaron tremendos días, y aunque pudimos visitar mucho nos quedaron varios pendientes. Así que bueno, en algún momento llegará la parte 2 de esta entrada.


Contame, como siempre, si te sirve esta info, y si planeás visitar New York pronto o en el futuro. Te leo!


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